Termina con éxito la novena campaña de excavación en la cueva del Randero
La semana pasada finalizó la novena campaña de excavación en la cueva del Randero de Pedreguer, que se ha desarrollado este año, como desde el 2007, en un marco de colaboración entre el MARQ y el Ayuntamiento de Pedreguer.
Los resultados de la campaña han sido más que notables, siendo el más destacado de ellos el hallazgo excepcional de un vaso entero de cerámica elaborado a mano y cuya antigüedad, a la espera de una datación más precisa, es de unos 5.000 años. Este vaso será analizado próximamente y se tratará de determinar el uso y la función; es muy posible que fuera un contenedor de alimentos, preservado por haber sido situado en un lugar resguardado del paso de aquellos que en el IV milenio a.n.e. hicieron uso de la cavidad como corral para el ganado. Los datos de que disponemos sobre aquellas personas son pocas, pero tenemos constancia que solían someter las cerámicas a un tratamiento especial de acabado (peinado), cuando no las decoraban con rayas (esgrafiados) la superficie ya cocida.
La importancia de la cueva del Randero radica, según señalan Jorge A. Soler, Consuelo Roca de Togores y Olga Gómez Pérez, responsables del equipo de arqueólogos que ha trabajado, en que proporciona una espacialidad para el uso ganadero prehistórico; además, es posible que su compleja planta aporte diferentes adecuaciones en un espacio que, de manera temporal, compartían seres humanos y animales domésticos. En este sentido, en 2008 descubrió, en la sala de entrada a la cavidad, evidencias de cremas de excrementos de ovejas y cabras para la higienización del corral. En 2012, las excavaciones determinaron un uso más específico de la galería central, destinada probablemente a la cría de animales más pequeños. Las excavaciones de los años 2014 y 2015 apuntan a que los pastores destinaron la sala interior en su habitación, en uso de contenedores como el descubierto para la conservación de los alimentos.
Todo ha revelado una imagen bastante nítida del comportamiento social de los primeros grupos humanos que habitaron el entorno del Gorgos y el Montgó practicando la agricultura y la ganadería. Desconocemos la localización del poblado de que dependería la cueva-corral del Randero, aunque probablemente se encontraría no demasiado lejos de ésta, en los terrenos próximos al casco urbano de Pedreguer.
La cueva del Randero, por tanto, se ha convertido en todo un referente científico y cultural, en aportar gran cantidad de información muy valiosa sobre la prehistoria de la actual comarca de la Marina Alta.